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Celebra Chihuahua tres siglos de historia

  • Por editor M

Chihuahua, México - Un 12 de octubre pero de 1709, la ciudad de Chihuahua vio sus primeros cimientos bajo el liderazgo de Antonio Deza y Ulloa, quien la bautizó como San Francisco de Cuellar. Con el tiempo, esta ciudad se transformó en San Felipe el Real de Cuellar y finalmente se consagró como San Felipe el Real de Chihuahua.

La elección de este sitio en el valle, donde confluyen los ríos Chuviscar y Sacramento, obedeció a dos motivos fundamentales. En primer lugar, se ajustaba a las reales ordenanzas de 1573, que requerían que los nuevos asentamientos se establecieran cerca de los ríos. En segundo lugar, la región necesitaba un suministro adecuado de agua para las labores de beneficio de los metales, lo que impulsó la elección de este emplazamiento.

Con el tiempo, Chihuahua diversificó sus actividades productivas, enriqueciéndose gracias a la minería y propiciando el crecimiento del comercio. Además, se inició la ganadería, que perdura como una de las principales actividades económicas de la región.

En 1880, en Tres Castillos, se libró la última de las batallas en la que perdió la vida el legendario líder apache Vitorio, derrotado por los tarahumaras Mauricio Corredor y Roque, bajo la dirección del General Joaquín Terrazas. En este enfrentamiento, solo sobrevivieron mujeres y niños, marcando así el declive de esta tribu.

En 1864, durante la invasión francesa, la ciudad de Chihuahua acogió al Presidente Benito Juárez y su gabinete, convirtiéndose en la sede de los poderes de la República durante ese período crucial.

Cuando el General Porfirio Díaz asumió el poder en 1877, Chihuahua ya contaba con una población de 22 mil habitantes y sus almacenes ofrecían productos europeos de la más alta calidad. La ciudad se consolidaba como el centro económico y político del estado.

En 1881, comenzó la construcción del majestuoso Palacio de Gobierno, y el ferrocarril estableció una comunicación vital entre Chihuahua y la Ciudad de México. En 1903, se inició la construcción del ferrocarril Chihuahua Pacífico.

En lo que hoy son las avenidas Paseo Bolívar, Cuauhtémoc y Juárez, surgieron hermosas mansiones con fachadas de cantera, reflejando la prosperidad de la ciudad. El Parque Lerdo, con su exuberante arboleda, se convirtió en el lugar ideal para las familias que disfrutaban de sus paseos dominicales.