Pachita, curandera y cirujana mística, una historia pocas veces contada (Segunda parte) Por Jesús Esparza
- Por Policiaco DD
He recibido diversos testimonios de fuentes de primera mano que atestiguaron las curaciones de Pachita, para evitar herir la sensibilidad de esas personas, de sus familias y de terceros, omitiré sus nombre, porque además no tengo evidencia escrita que me dieran autorización para dar sus datos.
¿Que llevó a artistas nacionales y a otros, de renombre internacional, a acudir con el misticismo de Pachita? ¿Desesperación? ¿Recomendaciones y testimonios de conocidos? ¿Fe?
No lo sé, yo creo que una mezcla de algunos o todos los anteriores.
Fuentes periodísticas y personas que se pusieron en contacto conmigo me relatan, unos que pachita usaba un penacho; otros, que el penacho estaba en un altar a Cuauhtémoc (en náhuatl: Kwawtemok ‘el águila se posó’; Nace en México-Tenochtitlan en 1496 y muere en Hibueras en 1525), conocido por los conquistadores españoles como Guatemuz, fue el último tlatoani mexica de México-Tenochtitlan. Asumió el poder en 1520, un año antes de la toma de Tenochtitlan por Hernán Cortés y sus tropas. El nombre Cuauhtémoc que significa literalmente “Águila que descendió (se posó)” (náhuatl: kwāw(-tli) “águila”, temō “descender”, -k PASADO). La forma honorífica de Cuauhtémoc es Cuauhtemoctzin (el sufijo -tsin se usa para designar una dignidad similar a "Don" o "Señor" en español).
¿Porque es relevante ocupar unas líneas a Cuauhtémoc, ultimo señor de los aztecas?
Pues, porque desde temprana edad, Pachita comenzó a curar por medio de hierbas y demostró tener grandes habilidades, lo que le hizo tomar confianza de sí misma. En algún momento, se lanzó a realizar “cirugías”, asegurando estar poseída por el espíritu de Cuauhtémoc, a quien ella llamaba “Hermanito”, quien -según contaba la curandera-, se apoderaba de su cuerpo físico para realizar los procedimientos.
Pachita utilizaba siempre el mismo cuchillo de cocina para sus cirugías, uno cubierto con cinta aislante en la parte del mango. Nunca hizo uso de anestesia y, aún así -según decía- literalmente removía órganos del cuerpo de sus pacientes y colocaba otros en su lugar.
Lo impresionante venía al concluir la cirugía, pues una vez cerrando la herida, enjuagaba con un poco de alcohol y colocaba vendas para, luego de un par de horas, enviar a sus pacientes a casa, donde tendrían que mantenerse en reposo durante tres días. A todos los indicaba que tomaran ciertos jarabes e infusiones y, de seguir el tratamiento al pie de la letra, al cuarto día sus pacientes ya podían realizar sus actividades cotidianas.
¿Pero de dónde sacaba Pachita los órganos que colocaba en sus pacientes?
Claramente Pachita no era una traficante de órganos, de lo contrario las investigaciones y acusaciones legales no habrían tardado en llegar. Pachita tenía otra forma de conseguirlos y aquí es donde inicia el misterio: se dice que en el cuarto oscuro donde realizaba sus procedimientos quirúrgicos y, a la luz de un par de velas, era capaz de materializar órganos sanos, como hígados, vejigas o riñones. Debía ser así, con poca luz porque, según contaba, las luces brillantes dañaban los órganos.
Algunos aseguraban que estos órganos de mágicos no tenían nada y que pertenecían a animales de los cuales ella los extraía, o que un amigo médico suyo se los proporcionaba.
Por su puesto que ninguna de las teorías fue comprobada y todo quedó en entredicho. Sin embargo, los órganos retirados fueron analizados, arrojando que sí, efectivamente, pertenecían a sus pacientes, lo que comprobaba que realmente habían sido cambiados por otros.
Todos estos relatos hicieron que recurrieran a ella para ser sanados, figuras como Roberto Carlos, Leo Dan, Ofelia Guilmain, Carmen Romano de Lopez Portillo y el mas celebre de todos: Charles Mingus, (nace en Nogales, Arizona, 22 de abril de 1922 – Muere en Cuernavaca, México, 5 de enero de 1979), fue un aclamado contrabajista, compositor, director de big band y pianista estadounidense de jazz. También fue conocido como un activista en contra del racismo; incluso Leo Dan le compuso una canción: “Quién pudiera vivir cerquita, lo más cerquita
De un corazón de mujer que todos llaman Pachita. Es sentirse feliz por una mirada de ella, Les juro, es como tener... un campo lleno de estrellas. Es la felicidad, la felicidad, poder conocerla,
Es la felicidad, la felicidad, porque es linda y buena. Yo la he visto curar... el dolor de mis hermanos, Y cada tarde rezar... por los que tristes andamos. Quién pudiera vivir... cerquita, lo más cerquita. De un corazón de mujer... que todos llaman Pachita. Es la felicidad, la felicidad, poder conocerla, Es la felicidad, la felicidad, porque es linda y buena
Charles Mingus había sido diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta al cerebro y la médula espinal, sin cura y mortal, más conocida como el mal de Lou Gehrig, por el beisbolista de los Yanquis.
En busca de una cura milagrosa, Mingus viajó a México. El saxofonista Gerry Mulligan le había recomendado ver a Pachita, una curandera de 72 años. Ambos músicos se habían encontrado en el picnic organizado en el jardín de la Casa Blanca en junio de 1978, un evento para celebrar los 25 años del festival de jazz de Newport. Sentado en su silla de ruedas, Mingus recibió entre lágrimas el abrazo del Presidente Carter y la ovación del público.
Por intermediación de una mujer francesa, quien aseguraba que por Pachita había vuelto a caminar tras un grave accidente automovilístico, Mingus y su mujer acudieron en ambulancia, con enfermera y ayudantes a donde atendía Pachita, que se cree pudo ser la Casa de las Brujas en la Plaza Río de Janeiro, en la ciudad de Mexico.
Según relata Sue Mingus en el libro, en aquel enorme cuarto vacío sin velas ni amuletos Pachita fue tajante en el diagnóstico: "Él tiene un virus vivo en los nervios". Un virus que podía ser localizado y extirpado.
En los días sucesivos, mientras los pulmones de Mingussufrían por la gran altura de la Ciudad de México, empezaron los masajes y las mezclas de hierbas a cargo de su esposa y un asistente en un lujoso hotel de la Zona Rosa. Hasta que Pachita recomendó que se trasladaran a Cuernavaca, por el clima y por el bien de los pulmones de Mingus.
En "Goodbye Pie Hat", composición de Mingus, Joni Mitchell agregó a la letra una referencia a la estancia del legendario bajista en México: "Now Charlie's down in Mexico / With the healers" (Ahora Charlie está en México con las curanderas).
Desde Los Ángeles, Mitchell llamó a la casa rentada en Cuernavaca: "Todos estamos en la letra", dijo muy una emocionada Mitchell. "La he actualizado. Puse una línea sobre Charlie en México con las curanderas de la fe. Espero que le guste".
Pachita muere en la Ciudad de México un 29 de abril de 1979, dejando en el recuerdo de muchos, las largas filas en para ser atendidos por la mística mujer de mandil de cuadritos en la casa de la estimada familia Baca Castro, justo a un lado del legendario estadio de beisbol “Valente Chacón Baca” y frente a la Cruz Roja Mexicana, igual atendióen un tiempo en las bodegas de la Impregnadora de Madera, algunos me dicen que estaba a la salida a Matamoros.
Fuentes periodísticas: elpais.com y reforma.com
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Pues me voy.