SIN PREMIO JUARITOS

No fue sorpresa ni casualidad que Juaritos no haya sido distinguida en ninguna de las categorías del Premio Estatal de Vivienda entregado ayer en la frontera en el salón Cibeles. Realmente no hay nada rescatable en la frontera. Durante décadas, el desarrollo inmobiliario y los Ayuntamientos han hecho del urbanismo un bodrio al calor de los negocios y el lucro político. El actual Cabildo y su directora de Desarrollo Urbano, Claudia Morales, no se salvan y no son la excepción, siguen expandiendo la mancha urbana y ya hasta permitieron que devore Samalayuca. Primero el negocio y nunca el lado humano. Eso pudiera explicar el quedar fuera de toda distinción y no ganar nada ni con la participación de desarrollos como Altozano, por cierto, pegado a canales de aguas negras en los que también se desarrolló tipo Venecia el fraccionamiento Riberas del Bravo. Los ganadores fueron por buenas prácticas gubernamentales el municipio de Coronado y Guachochi por fomentar la autoconstrucción en beneficio de 9 mil familias. En la categoría académica Casa Sotol, de alumnos del Instituto Tecnológico de Chihuahua; El proyecto Las Haciendas, de Corporación Técnica de Urbanismo,  en el municipio de Cuauhtémoc, también ganó; en redensificación, el premio fue para el desarrollo Alavatore. En la premiación estuvo Claudia Morales y funcionarios municipales que recibieron una cátedra de redensificación y buenas prácticas impartida por el alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla cuyo modelo fue exhibido en la última cumbre de la ONU en África, por el Gobierno de México. Pero los funcionarios de Juaritos son teflones, no se les pega nada bueno para la ciudad.