Embarcarse

Por Osbaldo Salvador Ang.- La mayor enseñanza para llevar a cabo los proyectos de vida bien puede resumirse en una frase: embarcarse con el tiempo.

Ese consejo –la frase tal cual- me lo dio Juanito Morales Otero, quien fuera vocero del extinto Partido Socialista Unificado de México (el PSUM).

Literalmente puede cambiar una vida si se sigue.

Porque, querámoslo o no, el tiempo llegará a su siguiente embarcadero con nosotros, sin nosotros o aún contra nosotros.

Así que más vale subirse a su nave, viajar con éste y arribar al destino programado.

Heráclito de Efeso decía que nadie se bañaba dos veces en la misma agua de un río.

Ese río, sin duda, que refería el filósofo griego, es sobre el que circula la nave del tiempo.

Lo contrario sería estar inmóvil, en la plena abulia, sin proyectos ni planes, y permitir que esa barca nos pase por encima y nos aplaste.

En la carrera de Administración, una de las primeras lecciones incluye enseñar al alumno que el tiempo es el único recurso que no se regenera.

Es la enseñanza básica.

Así que más vale treparse a la embarcación y seguir el curso de la vida intentando manejarla y darle el rumbo deseado.

Porque, como luego se dice, el tiempo vuelta, el tiempo pasa muy rápido y en ocasiones ni siquiera alcanzamos a mirarle.

Y lo digo desde aquí, porque éste es mi pódium.