Reportajes

Resiste vocación de las y los maestros entre carencias, cambios y esperanza

  • Por Editora M

Ciudad Juárez.- "Somos más que docentes. Somos psicólogos, enfermeros, entrenadores, madres, padres, y en ocasiones, la única figura estable en la vida de nuestros alumnos", dice la maestra Leticia Rivera, quien desde hace 23 años da clases en una primaria pública al suroriente de Ciudad Juárez, una de las zonas con mayores carencias sociales y educativas de la frontera.

Según datos de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua (SEECH), en Ciudad Juárez se desempeñan aproximadamente 13,000 maestros en todos los niveles educativos.

De ellos, más de 9,000 se encuentran en educación básica —preescolar, primaria y secundaria— repartidos entre las más de 1,200 escuelas públicas y privadas del municipio.

En el nivel medio superior, los planteles del sistema estatal y federal, como COBACH, CECYTECH, CONALEP y preparatorias particulares, concentran a cerca de 1,800 docentes.

En tanto, en la educación superior, universidades como la UACJ, el ITCJ y la UTCJ agrupan a más de 2,000 académicos.

Con la implementación de la Nueva Escuela Mexicana, el modelo educativo vigente desde 2019, se han impulsado transformaciones profundas en el enfoque pedagógico.

Se prioriza la equidad, el pensamiento crítico y la educación socioemocional, pero en la práctica, los cambios han chocado con una realidad escolar donde aún faltan aulas, techos, computadoras e incluso baños funcionales.

En palabras del profesor Juan Manuel Vázquez, representante del SNTE Sección 42, “el modelo es ambicioso, pero no puedes pedirle a un maestro que enseñe habilidades del siglo XXI si su aula no tiene ni luz eléctrica”.

En zonas como Riberas del Bravo, Anapra y el Kilómetro 20, los maestros trabajan en condiciones adversas.

A pesar de eso, más de 1,100 docentes de Ciudad Juárez han participado recientemente en capacitaciones en metodologías activas como STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), según la Secretaría de Educación y Deporte de Chihuahua.

*Retos cotidianos: entre el aula y la protesta*

Cientos de docentes se han manifestado en diferentes ocasiones y puntos de la ciudad frente para exigir respeto a sus derechos laborales. 

La principal queja fue la reforma al ISSSTE, que afecta sus condiciones de jubilación.

Pero los problemas no terminan ahí. 
La pandemia por COVID-19 dejó huellas profundas en el sistema educativo.

De acuerdo con un diagnóstico del Instituto de Planeación Educativa de Chihuahua (IPE), el 38% de los estudiantes juarenses regresaron con rezago en comprensión lectora y cálculo básico, y el 27% mostró afectaciones socioemocionales.

“Muchos niños regresaron después de dos años sin estructura familiar ni rutinas. Los maestros tuvimos que volver a enseñar desde cómo convivir”, relata la profesora de secundaria Adriana García.

*La figura del maestro, entre la admiración y el desgaste*
Un fenómeno que preocupa es la pérdida progresiva de respeto hacia el docente. “Antes te decían ‘profe’ con orgullo.

Hoy, con frecuencia hay burlas o amenazas de los propios alumnos o de sus padres”, señala el maestro Luis Carlos Ramírez, con 30 años de trayectoria, quién ahora se dedica a formar profesionistas en una escuela privada.

Además, la carga administrativa ha crecido. “Gastamos más tiempo llenando plataformas y reportes que preparando clases”, denuncian desde las aulas.

No obstante, la vocación sobrevive. Así lo demuestra la constante participación de maestros en actividades comunitarias, deportivas y culturales, muchas veces fuera del horario escolar y sin retribución económica.