Se enferma Juárez en silencio
- Por Editora M
-La diabetes, obesidad e hipertensión afectan a miles de juarenses
Ciudad Juárez.- Los padecimientos crónicos avanzan con fuerza en la frontera; deterioran la salud, vacían bolsillos y debilitan el tejido social.
El costo humano y económico es alarmante.
En colonias como Anapra, Riberas del Bravo, Felipe Ángeles o Tierra Nueva, las enfermedades crónicas no transmisibles ya forman parte de la vida cotidiana. Diabetes, hipertensión y obesidad afectan a miles de juarenses que, en muchos casos, no cuentan con seguridad social, recursos para tratamiento o un diagnóstico oportuno.
Datos de la Secretaría de Salud revelan que, del 1 de enero al 10 de junio de 2025, en Ciudad Juárez se diagnosticaron; 2,225 mujeres y 831 hombres con obesidad; 1,085 mujeres y 609 hombres con hipertensión arterial, así como 1,146 mujeres y 600 hombres con diabetes mellitus.
Estos números suman más de 6,400 casos nuevos en apenas cinco meses y medio, y solo contemplan los que llegaron a una unidad médica.
Las cifras reales pueden ser mayores.
“Cada semana llegan pacientes con glucosa altísima y sin diagnóstico previo. Muchos creen que solo es ‘cansancio’ o ‘presión baja’, pero ya traen daño renal o pérdida de visión”, explica la doctora Juana Saucedo, médica general de un consultorio particular ubicado al poniente de la ciuadad.
Vivir enfermo en Juárez: un problema de salud… y de dinero
Más allá de lo médico, estos padecimientos tienen un alto impacto económico.
Las personas con diabetes, por ejemplo, pueden gastar entre 2,500 y 4,000 pesos al mes en medicamentos, alimentación especial y estudios.
“Cada mes gastamos casi tres mil pesos en mis medicinas. A veces dejo de comprar fruta para pagar la insulina”, relata Teresa Pérez, habitante de la colonia Héroes de la Revolución y paciente con diabetes tipo 2.
En las zonas donde predomina el empleo informal o la falta de servicios médicos gratuitos, muchas familias deben endeudarse, suspender tratamientos o automedicarse, lo que agrava aún más el cuadro clínico.
Testimonios desde la frontera
“No tengo Seguro. Lo que gano limpiando casas se va en pastillas. A veces dejo de ir al médico porque no tengo para el camión.
— Ana Lilia, 40 años, prediabética, colonia Riberas del Bravo.
“Me despidieron de la maquila porque ya no podía caminar bien. La diabetes me está afectando los nervios de los pies.”
— Raúl Escárcega, 53 años, desempleado, colonia Independencia II.
“Aquí no hay áreas verdes ni dónde caminar. ¿Cómo voy a hacer ejercicio si tengo miedo de salir sola y en la tienda lo más barato es pan y soda?”
— María Elena, madre de familia, Anapra.
El cuerpo se deteriora, la vida se complica
La combinación de obesidad, hipertensión y diabetes, conocida como síndrome metabólico, genera consecuencias graves; infartos, daño renal, ceguera, amputaciones y muerte prematura.
El mayor riesgo está en la falta de atención oportuna. Muchos pacientes acuden al médico cuando el daño ya es irreversible, por miedo, desinformación o falta de recursos.
“Los hospitales públicos no se dan abasto. A veces los pacientes tienen que esperar semanas por una cita con el especialista. Eso puede ser la diferencia entre perder un pie o no”, advierte la nutrióloga Karla López.
¿Qué pasa en el resto del estado?
A nivel estatal, las cifras también preocupan, aunque el crecimiento es más concentrado en municipios grandes.
En todo Chihuahua, entre enero y el 10 de junio se han registrado, 9,771 mujeres y 3,440 hombres con obesidad; 4,634 mujeres y 2,228 hombres con diabetes; así como
3,611 mujeres y 2,305 hombres con hipertensión arterial.
Si bien estas cifras muestran un panorama general, es en ciudades como Juárez donde el ritmo de vida acelerado, el estrés urbano y la desigualdad social potencian el desarrollo de estas enfermedades.
Prevención: la gran ausente
Aunque el 80% de estos padecimientos son prevenibles, en Juárez la prevención es difícil.
El acceso limitado a alimentos frescos, la falta de espacios seguros para hacer ejercicio, la publicidad agresiva de comida chatarra y los bajos ingresos familiares dificultan adoptar hábitos saludables.
“Los programas de salud comunitaria no llegan a todas las colonias.
Se necesitan clínicas móviles, promotores de salud, subsidios a alimentos sanos, y educación alimentaria en las escuelas”, propone la doctora Adriana Fierro, especialista en salud pública.
¿Cuánto cuesta estar enfermo en Juárez?
Consultas privadas: $400 – $600
Medicamentos mensuales: $1,800 – $3,000
Estudios básicos: $700 – $1,500
Transporte a centros médicos: $300 – $500
Ingresos promedio en sectores marginados: $4,000 – $6,000
El futuro que se pone en riesgo
La epidemia de enfermedades crónicas en Juárez no solo afecta a adultos mayores.
Cada vez se detectan más casos en jóvenes de entre 25 y 35 años, lo que implica menor productividad, ausentismo, discapacidad y pobreza prolongada.
“Si no se actúa ahora, el sistema de salud colapsará.
Y los más afectados serán quienes menos pueden pagar por estar enfermos”, concluye el doctor Luis Miranda, médico internista.
Una ciudad enferma no puede prosperar; Ciudad Juárez enfrenta una crisis de salud crónica y silenciosa.
Las enfermedades no transmisibles están minando la calidad de vida de miles, agravando la pobreza y comprometiendo el desarrollo económico y social de la frontera.
El reto no es solo médico. Es estructural, social y humano. Y mientras no se tomen acciones contundentes en prevención, infraestructura médica y educación en salud, Juárez seguirá enfermándose… en silencio.