La desaparición forzada de los órganos autónomos debe replantear el discurso de la oposición a Morena en todo el país. Más allá de la desaparición de los entes responsables de la transparencia, están otros como los responsables de las telecomunicaciones que serán absorbidos por el aparato gubernamental federal. Ahí siempre estuvo el verdadero riesgo y nadie en la oposición vio venir el tema, por estar preocupados por el INAI principalmente. Ahora los concesionarios privados y públicos de frecuencias de radio y televisión tendrán que estar plegados a los deseos de la 4T, de lo contrario les quitarán sus estaciones. Es decir, volvimos al pasado de la ley mordaza, esa que los chavos y chavas de hoy no conocen, en la que Gobernación tenía a sus censores en cada canal de TV y estación de radio. Apúntele además que, el Sistema Público de Radio Difusión ahora no tendrá muros legales para hacerse de las concesiones de uso social y crear la radio del bienestar o Bienestar TV como en Venezuela, Cuba o Nicaragua.
