Ciudad Juárez.- En un mundo que enfrenta desafíos sin precedentes, las grietas en la salud mental se han vuelto más evidentes y profundas que nunca. Patricia Mauricio Padilla, directora del Craemac, nos adentra en un panorama desgarrador y revelador sobre las causas y el impacto del aumento de pacientes en el centro.
La depresión, el consumo de sustancias tóxicas, la esquizofrenia y los trastornos de bipolaridad han encontrado un terreno fértil en la desolación generada que nos dejó la pandemia.
Con 88 personas internadas, el albergue se convierte en un reflejo vivo de las batallas silenciosas que enfrentan 16 mujeres y un grupo mayoritario de hombres de todas las edades, cada uno luchando por recuperar la luz en medio de la oscuridad.
"Ahora más que nunca, estamos presenciando un aumento alarmante en las enfermedades mentales, especialmente en la drogadicción y las depresiones agudas", señala Mauricio Padilla.
El incremento en uso de sustancias tóxicas (desde el alcohol hasta el fentanilo), así como la violencia y desintegración familiar han actuado como combustible para estas llamas devastadoras, dejando a los hombres, que aún no han aprendido a enfrentar las crisis familiares, en una posición más vulnerable.
El entorno en el que se encuentra el centro, entre las calles Miguel Ahumada y Zihuatanejo de la colonia Galeana, ha sido testigo de esta batalla silenciosa. Sin embargo, la mayoría de los pacientes están bajo control.
Pero no todo es sombrío en este panorama. Gracias al apoyo inquebrantable de la comunidad, Craemac ha podido satisfacer las necesidades más básicas de sus pacientes, entre las que enuncian la comida y vestimenta.
Sin embargo, las necesidades fundamentales como ropa, el cambio de cableado eléctrico, la adquisición de refrigeradores nuevos y la renovación del equipo y la infraestructura son urgentes.
La ropa es un insumo primordial para el centro, ya que no podemos lavarla, se tiene que estar desechando diariamente”,señaló la directora del centro
La voz de Mauricio Padilla, resuena con una súplica apremiante:
"Sobrevivimos gracias a la generosidad de la comunidad, pero necesitamos de su ayuda para poder garantizar un entorno seguro y confortable para quienes más lo necesitan".
Esta es la historia de un centro que enfrenta las sombras de la crisis de salud mental con valentía, pero que necesita la mano extendida de la sociedad para iluminar el camino hacia la esperanza y la recuperación, de las decenas de pacientes que ahí se albergan.
Patricia Mauricio Padilla, directora de Craemac, nos habla en entrevista sobre la situación en Craemac y las crecientes preocupaciones sobre la salud mental en estos tiempos difíciles.
¿Podrías hablarnos un poco sobre las principales causas que han llevado a un aumento significativo de pacientes en Craemac?
En Craemac hemos observado un incremento notable en pacientes debido a varias razones. Una de ellas es el incremento en sustancias tóxicas, así como problemas que la pandemia exacerbó problemas preexistentes como la depresión, esquizofrenia y trastornos de bipolaridad. El aislamiento social, el miedo al contagio y la incertidumbre económicocontribuyeron a este escenario.
¿Qué impacto ha tenido la postpandemia y la falta de unión familiar en la salud mental de las personas?
El encierro prolongado fue un factor determinante en el deterioro de la salud mental. La falta de contacto social, la rutina alterada y la ausencia de apoyo emocional han llevado a un aumento en casos de depresión y ansiedad.
Además, la falta de habilidades para manejar situaciones familiares ha afectado principalmente a los hombres, quienes son más propensos a buscar ayuda en momentos de crisis.
¿Cuáles son las principales necesidades que enfrenta Craemac en este momento?
A pesar del apoyo comunitario para cubrir las necesidades básicas como alimentación y medicación, enfrentamos desafíos importantes.
Necesitamos constantemente de todo tipo de ropa y artículos personales y de higiene, mantener un entorno seguro, adquirir refrigeradores nuevos debido a la obsolescencia de los actuales, y renovar la infraestructura con herramientas y pintura para mantener un espacio adecuado para nuestros pacientes.
¿Cómo puede la comunidad ayudar a Craemac en estos momentos?
La comunidad ha sido fundamental en nuestro trabajo, y su apoyo continúa siendo crucial. Agradecemos donaciones económicas o en especie para cubrir nuestras necesidades urgentes, así como voluntarios que puedan colaborar en actividades y mantenimiento del centro.
Juntos podemos crear un entorno más saludable y apoyar a quienes más lo necesitan.
Mauricio resalta que son años los que Craemac ha ayudado a cientos de pacientes desde su construcción; especifica que aún se encuentra en el centroel primer paciente que llegó hace 45 año, desde su llegada se le ha dado la atención adecuada, y aún sigue bajo el cuidado del centro. Señala, que otros más han salido y algunos más han fallecido.
Desafíos sin resolver
En México, la salud mental es un tema que se aborda con timidez, como si fuera un secreto vergonzoso que nadie quiere enfrentar. Sin embargo, la falta de atención a esta área crucial de la salud ha dejado al país en una situación alarmante. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la escasez de especialistas y la falta de infraestructura son evidentes: solo hay un siquiatra, un sicólogo y tres enfermeras especializadas en problemas mentales por cada 100 mil habitantes.
La cruda realidad de los recursos en salud mental
El documento "Haciendo que la salud mental cuente" expone una realidad desoladora: en México, solo hay cuatro camas disponibles para cada 100 mil enfermos mentales, y la capacidad hospitalaria es mínima, con una proporción de 0.03 camas por cada 100 mil habitantes. Esta falta de recursos se agrava en instituciones como Craemac, en Ciudad Juárez, que luchan por brindar atención a sus pacientes sin contar con los recursos necesarios.
En medio de esta crisis, Patricia Mauricio Padilla, alza la voz para destacar los desafíos que enfrentan en el centro. Con una franqueza conmovedora, Padilla revela la falta de recursos, la sobrepoblación de pacientes y la falta de apoyo gubernamental para abordar la salud mental de manera efectiva.
Un llamado a la acción
Ante esta situación urgente, se hace evidente la necesidad de un cambio significativo en la atención a la salud mental en México. Patricia Mauricio Padilla y otros profesionales en el campo hacen un llamado a la acción, instando a una mayor inversión en recursos humanos y físicos, así como a políticas públicas que prioricen la salud mental de la población.