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Evelia Peralta: La pintora de las emociones que dan rostro a las historias invisibles

  • Por Redacción

Ciudad Juárez.- Evelia Peralta es mucho más que una artista plástica; es pedagoga, psicóloga, y una mujer que ha aprendido a pintar con el corazón. 
Su obra no se limita al color ni a la técnica; nace desde lo más profundo de su sensibilidad humana, en una búsqueda constante por honrar la existencia de personas que suelen quedar fuera del foco social. 
Originaria de Sonora, pero radicada en Ciudad Juárez desde hace 35 años, encontró en la pintura una manera de vivir, sentir y comunicar, aunque su camino artístico no comenzó sino hasta la adultez.
Desde entonces, ha forjado una carrera de más de dos décadas, participando en múltiples exposiciones locales, nacionales e internacionales en países como Italia, Francia y Colombia. 
Su estilo, que navega entre el realismo y lo abstracto, con pinceladas impresionistas y formatos de gran tamaño, revela una constante; -la emoción como protagonista-.


“Con el lienzo se establece una especie de complicidad donde se plasman las emociones más internas”, expresa Peralta, quien considera que pintar es un acto de entrega total. 
Su obra no busca adornar paredes, sino conmover, sacudir, provocar empatía.
“Historias de Vida, Trazos de Existencia”; dar rostro a los olvidados
Ese mismo enfoque humano es el corazón de su más reciente exposición, “Historias de Vida, Trazos de Existencia”, inaugurada el pasado 30 de mayo en el Museo de Arqueología e Historia de El Chamizal. 
En esta muestra, Evelia presenta 16 piezas de gran formato que retratan las vidas de personas comunes, cuyas historias rara vez son contadas.

 

 

"Quise darles un lugar en la memoria colectiva", dice. 


“Hay personas que pasan desapercibidas en la cotidianidad, pero que tienen historias que merecen ser escuchadas y sentidas”.
Entre las obras destaca el retrato de una mujer originaria de San Luis Potosí, dedicada toda su vida a hacer barbitas para rebozos. 
Otra pieza plasma a una niña tarahumara que conoció en la sierra, una imagen que no solo retrata inocencia, sino también fuerza, identidad y tradición. “Mi intención es despertar la sensibilidad que muchas veces hemos perdido”, comenta.

 

Una obra que no solo se mira: se siente
Las técnicas utilizadas por Evelia van desde el realismo meticuloso hasta el impresionismo más libre.
En su paleta destacan dos colores simbólicos; el rojo, que representa la pasión, la intensidad, la fuerza vital; y el azul, que evoca calma, profundidad y espiritualidad. 
“Ambos se funden en una dualidad que transita entre el fuego y la serenidad”, explica.
Además de reflejar emociones, sus obras también hablan de identidad. 


Cada rostro que pinta es una narrativa: “No solo retrato, conecto”, afirma.
Para ella, desprenderse de sus obras es un acto difícil, ya que cada una representa una parte emocional íntima, una historia que ha tocado su alma. 
Uno de los momentos más significativos que comparte es el retrato que entregó a don Emilio Gutiérrez, justo antes de su fallecimiento. 
“Me quedó la paz de haberle dado algo que le emocionó en vida”, recuerda con voz conmovida.

Un futuro vibrante y comprometido
La trayectoria de Evelia no se detiene. 
En octubre próximo ha sido invitada a participar en el 45 aniversario del Canal 44, donde presentará una colección renovada de entre 25 y 30 piezas. 
Esta nueva etapa la vive con plenitud, viendo el arte no solo como una pasión, sino como un compromiso con su entorno y consigo misma.
Actualmente pertenece a los colectivos de arte “Descatrinados” y “México Ancestral”, donde comparte con otros artistas su visión profundamente humana.
No ha estado exenta de desafíos, sobre todo dentro de ciertos círculos artísticos, pero su convicción por la pintura como herramienta de transformación la mantiene firme.

Pintar para recordar que todos importamos
Evelia Peralta ha encontrado en la pintura una forma de alzar la voz por quienes no siempre son escuchados. 
Su arte es un refugio para las emociones, una galería de vidas que nos invita a mirar con otros ojos.

“Hoy me siento realizada. Pinto porque me hace feliz, pero también porque creo que es necesario. 
Mi compromiso está con la verdad de las personas, con su dignidad, con su historia”, concluye.

En un mundo que corre a ciegas, Evelia pinta con los ojos del alma. 
Y en cada trazo, nos recuerda que toda existencia, por sencilla que parezca, guarda una historia digna de ser contada.

 

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