Entrevistas

La vida siempre da otra oportunidad, relata sobreviviente de cáncer

  • Por Editora M

-Sobreviviente de cáncer de mama; venció la enfermedad gracias a su perseverancia y al apoyo de MediChihuahua


Ciudad Juárez.- A sus 59 años, Bertha Alicia Giménez Morales puede decir con firmeza que la vida le dio una segunda oportunidad. 

Nacida en Casas Grandes y estilista desde los 17 años, en diciembre de 2023 enfrentó el momento más difícil de su existencia; descubrirse una bolita en el pecho izquierdo.

“Al principio no le dije nada a mi familia, era Navidad y no quería preocuparlos. Pero en enero decidí enfrentar la realidad y buscar ayuda”, recuerda.

Su decisión marcó el inicio de un proceso que transformó su vida. 
Con el apoyo de un amigo cercano, encargado de programas de salud y unidades móviles de mastografía en su región, Bertha Alicia consiguió una cita inmediata en Ascensión. 

El resultado fue contundente; debía trasladarse a Ciudad Juárez para una biopsia.

“En menos de 48 horas ya estaba en el consultorio.

Me daba miedo, pero al mismo tiempo tenía la confianza de que estaba en buenas manos”, relata.

El diagnóstico confirmó sus temores; cáncer de mama en etapa 2, con un tumor de tres centímetros.

Sin embargo, el panorama no fue del todo desolador. Gracias al programa de gastos catastróficos de MediChihuahua, inició de inmediato su tratamiento en el Centro Estatal de Cancerología, en la capital del estado.
Su batalla incluyó seis quimioterapias, 29 sesiones de radioterapia y una cirugía. 

La colocación de clips de titanio y la buena respuesta de su cuerpo al tratamiento le permitieron conservar su seno izquierdo.

“El cáncer me enseñó a ser más humana”

Con una sonrisa serena, Bertha Alicia asegura que la enfermedad cambió su manera de ver la vida.

“Lo más difícil fue perder el cabello, pero al mismo tiempo me sirvió para aprender. 

El cáncer me enseñó a ser más humana, a tener más fe, más empatía y a dar gracias por cada día”, afirma.
Un año después, puede decir que está libre de cáncer. 

Hoy asiste puntualmente a sus citas de seguimiento y ha asumido un nuevo compromiso; visitar a otros enfermos para transmitirles ánimo. 

“La actitud positiva también es parte del tratamiento”, asegura.

Gratitud y esperanza

Durante su proceso conoció a personas que viajaron desde otros estados, porque en sus lugares de origen no existen hospitales especializados en cáncer. “Muchos vendieron sus casas para mudarse a Chihuahua.

Aquí tenemos hospitales de primera, con los mejores aparatos, por eso la gente viene”, destaca.

Calcula que hasta ahora, el Gobierno del Estado ha invertido más de cuatro millones de pesos en su atención. 
Un apoyo que, asegura, no tiene precio.

“Yo a la gobernadora le agradezco por entendernos y por estar pendiente de MediChihuahua. 

Mi deuda es impagable, pero sé que Dios se la va a recompensar”, expresa con emoción.

Hoy, con la mirada en el futuro y el corazón lleno de gratitud, Bertha Alicia se reconoce como una sobreviviente y, sobre todo, como una mujer más fuerte. 

“La vida siempre da segundas oportunidades. Yo estoy viviendo la mía”.