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Dea pagó 50 mil dólares al que denunció a narcos de Ojinaga detenidos en Australia

  • Por Reportero Dos

Chihuahua.- El pasado mes de septiembre se cumplieron 23 años de la captura del grupo de narcotraficantes establecidos en Ojinaga, conocidos como “Los 3 de la Sierra”; dos fueron apresados en Australia, cuando fueron a las Juegos Olímpicos y otro en Hawái al momento que venía de regreso.

Francisco “Kiko” Ríos Balderrama, uno de los detenidos, escribió el libro que lleva por nombre Arresto y Fuga en Australia. En él, narra lo que vivió antes, durante y después de ser detenido en Australia.

En su narración, (página 69) señala que gracias a una conocida radicada en Dallas, Texas, supo que fue Javier Rodríguez quien los delató ante las autoridades de Estados Unidos.

Por la información le pagaron 50 mil dólares que cobró en Presidio, Texas, el mismo día que Kiko Ríos y su compadre, Armando García, fueron detenidos en el aeropuerto de Sídney, Australia cuando pretendían regresar a México; Rubén Carrasco, fue apresado en Hawái.

Incluso a una amiga de Kiko o El Gordo Ríos, obtuvo una copia del cheque pagado a Javier Rodríguez.

Supuestamente, cuando Javier se enteró que Kiko y su gente estaban en Australia, fue a la ciudad de Alpine, Texas, para reportarlos diciendo que eran narcotraficantes.

En ese entonces no había orden de aprehensión contra Los 3 de la Sierra, la detención de Kiko y Armando fue con orden  provisional para extradición, en Australia.

Kiko Ríos narra en su libro que días previos al viaje, presentía que algo iba a pasar. Anduvo recorriendo los lugares donde vivió tanto en Chihuahua como en Satevó y visitando conocidos. Aun así viajaron a los Juegos Olímpicos del 2000.

Para hacer el viaje, Los Tres de la Sierra tuvieron que sacar pasaporte mexicano y la visa en Estados Unidos, que no les fue negada.

En el trayecto a Australia, el avión hizo escala Honolulú, Hawái, las autoridades los bajaron del avión, los tuvieron una hora interrogando pero finalmente los dejaron continuar su viaje.

En Australia estuvieron haciendo visitas, fueron a eventos deportivos de los Juegos Olímpicos e incluso dialogaron y convivieron con el Adal Ramones, Yordi Rosado y Mauricio Castillo.

También estuvieron con el boxeador Cristian Bejarano, a quien le regalaron una cadena de oro con un centenario.

Cuando estaban por regresar, Kiko Ríos tuvo un nuevo presentimiento, así que él y su compadre Armando compraron boletos de avión para no regresar a México teniendo que pasar por Hawái. Rubén Carrasco siguió con el plan original y al llegar a Hawái fue detenido.

Lo mismo pasó con Kiko y Armando, a ellos los detuvieron en Australia a solicitud de las autoridades de Estados Unidos.

Kiko y Armando estuvieron presos en tres cárceles distintas de Australia, en la segunda lograron fugarse tomando a la fuerza un camión con el que derribaron tres puertas y una pluma en medio de los balazos que les dispararon los guardias, hechos en los que salieron ilesos.

Esa fuga fue catalogada como la más espectacular en la historia criminal australiana, según el redactor del libro.

Durante su estancia en las cárceles de Australia, Kiko y Armando pagaron miles de dólares a abogados, tanto allá como en Texas, pero solo les robaron, así los catalogó Kiko Ríos en su libro.

Kiko menciona que muchas personas los traicionaron, le robaron pertenencias de sus propiedades, dinero.

En las páginas 133 y 134 de su libro, Kiko Ríos recuerda a un empleado que tuvo, un licenciado del que no da nombre, que fue a pedirle trabajo y le ofreció de “mil usos”, trabajo honesto, lo acepto, fue su chofer  y trabajó para él hasta el día que lo detuvieron. Posteriormente ese licenciado trabajó de trailero, fue jefe de la Junta de Agua y presidente de Ojinaga por el PRI.

Cuando lo postularon, menciona Kiko Ríos que este personaje, del que no da nombre, le mandó decir que no era conveniente para él y sus aspiraciones políticas seguir teniendo amistad con un preso, ya que al terminar su gestión como alcalde buscaría ser diputado federal y posiblemente hasta candidato a gobernador.

Una de las traiciones que más le dolió fue la de su amigo Jaime, quien había viajado a Australia para ayudarles a escapar navegando en un velero que pretendían comprar.

Jaime y la esposa de un preso que conocieron en Australia, quien los estuvo ayudando antes y después de la fuga, se habían puesto de acuerdo con las autoridades de ese país para la recaptura.

Lo del velero no fue posible, Kiko y Armando, fueron detenidos y llevados a una cárcel de máxima seguridad para finalmente ser extraditados  a los Estados Unidos donde cumplen condenas de por vida por enviar 75 toneladas de marihuana.

Foto tomada del libro Arresto y Fuga en Australia