

Chihuahua.- Tras las fuertes lluvias registradas recientemente en la ciudad, autoridades municipales realizan labores de restauración en el Panteón Municipal No. 3, donde se registró el colapso de una barda de 50 metros debido a un socavón provocado por el taponamiento del cauce natural del arroyo.
José Luis de Lamadrid Téllez informó que la situación está controlada y que los daños representan apenas un 1% del terreno total del camposanto.
El funcionario explicó que el arroyo que atraviesa la zona fue obstruido por seis vehículos apilados, lo que impidió el flujo del agua y derivó en el colapso estructural. “El daño fue porque el cauce natural de desagüe fue tapado por un vehículo, luego por otro, hasta que terminaron siendo seis. Eso ocasionó un taponamiento y provocó que se cayera la barda”, detalló.
Durante el recorrido por el lugar, Lamadrid informó que se encontraron entre 15 y 20 lápidas movidas. Sin embargo, aclaró que se están reacomodando conforme al registro oficial del cementerio para preservar el orden y respeto por las tumbas.
Respecto a los restos humanos, se localizó un solo cuerpo al exterior, mismo que fue trasladado por la Alcaldía a sus instalaciones. Algunos ataúdes quedaron parcialmente visibles, pero no se encontraron féretros flotando ni completamente expuestos. “No hubo ataúdes nadando, no hubo ataúdes al exterior, solo algunos que fueron descubiertos y los vamos a volver a tapar”, aseguró.
Lamadrid destacó que la técnica de inhumación utilizada en Chihuahua, en la que los féretros se colocan dentro de estructuras de block, evitó un daño mayor: “Eso ayudó mucho. La forma en que se inhuman los cuerpos aquí es más segura y por eso no hubo féretros inundados.”
Las acciones inmediatas que se están llevando a cabo incluyen:
- Remoción de escombros y derribo completo de la barda colapsada.
- Reconfiguración del cauce natural del arroyo para evitar futuras obstrucciones.
- Reconstrucción del muro perimetral una vez estabilizado el terreno.
- Reacomodo ordenado de lápidas y cobertura de tumbas parcialmente expuestas.
El área afectada se calcula entre 200 y 300 metros cuadrados dentro de un terreno total de 9 hectáreas, lo que representa una afectación mínima. “Te puedo hablar del 1% del total del panteón. Es un daño muy, muy mínimo”, reiteró Lamadrid.
La prioridad, dijo, es garantizar que los familiares puedan visitar las tumbas sin contratiempos y con la dignidad que merece el lugar.