
Aún faltan dos semanas para que alumnos de educación básica salgan de vacaciones y en la Secundaria Federal 19, la situación ya se ha vuelto insostenible. Solo dos salones y la dirección cuentan con aire acondicionado, mientras que el resto de los espacios se convierten en verdaderos hornos durante la jornada escolar. Con las altas temperaturas que se registran en la ciudad de hasta 40 grados centígrados, los estudiantes han comenzado a sentirse mal físicamente; el calor sofocante, combinado con la falta de ventilación y la concentración de alumnos, crea un ambiente que no solo afecta el aprendizaje, sino también la salud. Tanto alumnos como maestros y padres de familia han alzado la voz, pero hasta ahora, los directivos han hecho oídos sordos. Es urgente que las autoridades educativas actúen antes de que algún alumno colapse de un golpe de calor.