
Ayer fue de tragos amargos para el ocaso de la dirigencia de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) que, estrepitosamente, fue echada a punta de votos al primer año de administración. Este Zorro lo advirtió con anticipación, que el nuevo presidente, Iván Pérez Ruíz, en su segundo intento por dirigir la Canaco, se llevaría 9 de cada 10 de los sufragios, y practicante así pasó. Mil 204 votos obtuvo su planilla Azul contra 55 que apenas logró tener la blanca de Elizabeth Villalobos, la menos votada de todo el proceso; la planilla Platino, de Raymundo Domínguez, tuvo 126, y la Morada, de Jorge Luis Mejía, 66. Los suficientes menos votos para que jamás vuelvan a participar en elecciones. No aguantaba más Villalobos al frente del organismo. Se portó mal con muchos de los socios y empleados, a los que quiso ningunear en muchas ocasiones. Se subió a un ladrillo y se mareó, lo denunciaron durante mucho tiempo. Y Pérez Ruíz, ahijado político del alcalde Cruz Pérez Cuéllar, lo aprovechó. Ahora ya es el nuevo presidente de la Canaco y no es momento de retomar viejas rencillas, pero si de re encaminar al gremio, empezando por la reafiliación del expresidente Rogelio Ramos. Así lo prometió durante su champaña.