Parece que al regidor panista Alejandro Jiménez Vargas le cuesta conectar con la realidad. Su reciente propuesta de retirar las motocicletas sin placas suena más a ocurrencia que a solución, pues al parecer, su cruzada contra la ilegalidad empieza por los repartidores de comida y no por los verdaderos problemas de seguridad que azotan a la ciudad. Jiménez asegura que las motos sin placas “fomentan la ilegalidad”. Mientras tanto, el regidor morenista Antonio Domínguez tuvo que salir a recordarle que detrás de cada moto hay una persona que trabaja, que come y que apenas sobrevive. Así que esta vez, irónicamente, el aplauso se lo lleva Domínguez.