En Presidencia está dando mucho de que hablar el ex síndico del PRI Fernando Martínez, priísta y líder de una de las logias masónicas, bueno, líder de algunos de sus integrantes porque los tiene divididos. Ahora resulta que Crucito le debe la reelección, que gracias a que un puñado de ex priistas que se cuentan con una sola mano entre los que se encuentran el eterno perdedor Roberto Barraza, Nora Yu y Jaime Flores le deben la reelección porque dice, le acarrearon una oleada de votos que rebasó a la misma Claudia Sheinbaum. Fernando, afirma que ellos fueron el factor del triunfo. Las risas que han de tener Arturo Urquidi, Enrique Licón, Alejandro Pérez Cuéllar, Julio César de la Cruz y hasta la Pechocha, carcajadas que se han de escuchar desde el sótano de Presidencia hasta la azotea donde se guarda tanta mugre. No sé mide el dirigente, -no líder- de la logia masónica. Algunos analistas en voz baja consideran que la intervención de los llamados Nachas Prontas, le restó a Morena y provocó diferencias en los resultados electorales pero en sentido negativo. Claro, no lo van a aceptar. Ya Martínez y Barraza se acomodaron en la estructura gubernamental municipal y no van a soltar el hueso que ya muchos morenistas de sangre pura quisieran. Cómo diría el filósofo de Rubio, ya tienen agarrada la vaca de la cola y no la van a soltar aunque les cague la mano. Así tendrán que seguir vendiendo espejitos.