La novedad del fin de semana consistió en saber que en Chínipas el Cártel de Los Salazar hizo un acuerdo con Ariadna Montiel para beneficiar a Morena. En Chínipas y la región, la gente empezó a ser acarreada, por así decirlo, para no utilizar el término amenazada, con el objeto de apoyar a los candidatos requeridos. Es la herencia de La Corraleja que le puso a la Secretaria del Bienestar –de quien ahora sabemos que quiere ser Gobernadora de Chihuahua- a los narcos que le financiaron su campaña política. Javier Corral intervino en la indagatoria sobre el crimen de Miroslava con el exclusivo propósito de borrar del caso el nombre del Don. Hizo todo cuanto pudo, como sustraer la computadora de la periodista victimada, invadir la escena del crimen e imputar rápido a El Larry y Hugo Schultz, para que no se le mencionara. Es ésa la triste pero verdadera historia, la cual jamás será escrita porque la tinta sería inevitablemente de sangre. Ahora, el pervertido Exgobernador heredó a su aliada en Morena los vínculos más execrables que puedan existir en la política, con tal de obtener un triunfo electoral en la sierra. Qué asco de políticos, qué asco de alianzas y qué asco de resultados habrán de obtenerse el próximo dos de junio.
