La Columna

LAS CASONAS

  • Por JuanD
LAS CASONAS

Y el tema de la corrupción y el aseguramiento por una investigación de corrupción de dos casonas en El Campestre marcó el arranque de las campañas políticas para la Alcaldía. No podía ser otro el tema tras la intervención del Bayo Valenzuela que cimbró al país y exhibió a Crucito como está pasando con Rocío Nahle, la candidata a gobernadora de Veracruz a quien le brotan propiedades no sólo en México sino también en Nueva York, el más reciente un depa frente a Central Park. A ese escándalo nacional se unió Crucito y Morena terminó defendiendo hasta la corrupción de Daniel Pando, el exjefe de Vialidad, Comercio y Servicios Públicos de Cabada, que es originario de Meoqui, y quien migró a Juaritos un día y se dedicaba a distribuir frijol en comercios locales en una camioneta van destartalada, le cuentan sus detractores a El Zorro. Pero tuvo la fortuna de encontrarse con Cabada y su Juárez iluminado y ese camino que siguió para llegar a El Campestre es el investigado por la Fiscalía Anticorrupción. Claro también están los pecados de Crucito que muchos han denunciado entre ellos los morenistas juarenses y La Corraleja que encabeza el proyecto anticorrupción de Claudia Sheimbaum y tendrá una Senaduría pluri. Crucito fue echado de El Campestre pero cayó a un ladito, en la Gómez Morín dónde instaló su cuartel de campaña en la zona de bares del mismo Campestre. Es una residencia que uso el mismo Armando Cabada en sus tiempos de duartista independiente, antes de ser moreno. Pero en aquellos tiempos El Zorro no andaba por Juaritos y pasó inadvertida la casona, por si alguien pregunta porque no se dijo nada de eso. En fin, a Morena le gustan ahora las casonas millonarias y de la medianía republicana nada que se acuerdan. Así las cosas.