El municipio tiene que ponerse las pilas con mayor rigor para cobrar los 12 mil millones de adeudo predial, más que su propio presupuesto anuaL. Qué están haciendo las áreas encargadas de cobrar, porque la situación ya es insostenible. Casi la mitad de las cuentas catastrales están en mora, y entre los deudores figuran instituciones y empresas como la JMAS y Ferromex, con rezagos que se arrastran desde hace décadas. El gobierno municipal ofrece descuentos y facilidades, pero los incentivos no sustituyen la obligación de cobrar con firmeza. La falta de ingresos propios paraliza obras, limita servicios y frena el desarrollo. Ya no se trata de pedir comprensión a los contribuyentes, sino de ejercer autoridad.