
El nunca bien ponderado Luisito Fierro, mejor conocido en su trágico paso por la Universidad Autónoma de Chihuahua como El Reptor, fue finalmente a un Juzgado de Distrito a tramitar un amparo. Algo sabe, algo siente en el ambiente el corrupto ex funcionario universitario, que fue a remojar sus barbas a un edificio de la judicatura federal. Obviamente, contra todo funcionario policiaco y administrativo, en el pasado, presente y futuro, aquí allá y acullá, Luisito pidió el amparo y protección de la justicia federal. Es que, como ya se sabe, los daños causados al erario superan los 400 millones de pesos y eso no es enchilame otra con más queso. Así que, por todos los dioses del Olimpo, Luis Fierro solicitó el paraguas divino que le permita vivir unos días en la absoluta impunidad, igual que su gurú Javier Corral, alias La Corraleja sin moraleja.