En riesgo está que el diputado Cuauhtémoc Estrada no pueda asumir para un segundo periodo como legislador en el Congreso del Estado. Tiene un pendientote que ha venido arrastrando y no ha podido solucionar. Las denuncias por violencia política de género interpuestas por la Nana Terrazas siguen su curso y amenazan con terminar de descarrilar a Cuauhtémoc, el diputado montielista que en algunos momentos junto con diputadas como Leticia Ortega les valió mother los derechos de Adriana y al estilo callejero le metieron represalias por haber aceptado la presidencia del Congreso. Fueron tan infantiles que hasta en los mítines de Claudia la aporreaban. Ahora ya agotadas casi todas las instancias, solo apelan a decir que los tribunales son de consigna y los traen de encargo. Ni siquiera pasa por su mente pedir una disculpa y enmendar el error lo más posible. Ayer al recibir las constancias de mayoría, Estrada no dió su brazo a torcer. Todo indica que los métodos de violencia política de género de Morena seguirán contra cualquier mujer que se les atraviese. En fin, cómo dicen las abuelas de Nicolás Bravo, allá por el noroeste: Y se verán cosas peores, dice la Biblia.
