Francamente Chilito Loya cayó ya en el ridículo con sus torpes aspiraciones políticas sacadas de un cuento de hadas. Ahora le dio por sentirse metrosexual, pintarse el pelo y vestirse como galán de telenovela rosa. En serio, su asesor Edgar Prado le trae loquito, distraído en sus locuras, mientras él se embolsa recursos por montones sin que nadie le diga nada. Al Secretario de Seguridad Pública, que anda en las nubes mientras sus agentes hacen y deshacen en todos los rubros, le dio por conseguir bendiciones. Para esto, convenció al Presbítero Ernesto Guerrero Bernal, Rector de la Basílica de Guadalupe, con el fin que le acompañe y derrame agua bendita por donde pase Gilberto Loya. Incluso le llevó al evento donde se graduaron 180 cadetes y le dio el uso de la palabra para que se echara su rollo sobre la seguridad y la Basílica de Guadalupe en Chihuahua. Es la nueva faceta del Secretario más desubicado del gabinete estatal que un día si y otro también hace el ridículo a instancias de un asesor que sabe nada sobre política. Buscar Gilberto Loya, el flamante titular de Seguridad Pública, El Capitán Centinela, la candidatura a Gobernador, es perseguir el viento.
