Uy, qué delicaditos salieron Yunes y El Conde Pátula, Adán Augusto López. Nada más porque les dijeron que el ex panista se las dio, se le dejaron ir a golpes, empujones y amenazas a Mario Vázquez Robles. No dijeron nada de las órdenes de aprehensión que le cancelaron a cambio de su corrompido voto, que constituía el asunto total de la discusión parlamentaria. Pero esa fracesita, de que Yunes concediera, cediera y las diera, parecer ser que les caló hasta el culmen. Ya quisiera Andrea que así la defendiera Adán Augusto del fuego amigo que la rodea. Son montoneros y les gusta cinchar al rival en bolita pero pues ya deberían entender que la oposición existirá siempre, para cualquier régimen, de una u otra manera.