
Ciudad Juárez.- Este lunes se confirmó el fallecimiento de Gilberto Ontiveros Lucero, conocido como “El Greñas”, figura clave en los orígenes del Cártel de Juárez y uno de los hombres que ayudaron a consolidar la estructura del narcotráfico en la frontera norte de México.
Murió a los 73 años de edad en un hospital privado de Ciudad Juárez, tras varios meses de complicaciones de salud que se agravaron en el último año.
De acuerdo con fuentes cercanas a la familia, su fallecimiento fue por causas naturales, a consecuencia de un infarto fulminante.
Aunque el nombre de El Greñas no figura en los relatos oficiales como los de Amado Carrillo Fuentes o Rafael Aguilar Guajardo, su papel fue fundamental en la gestación del Cártel de Juárez.
Su historia se remonta a los años ochenta, cuando junto con otros pioneros del narcotráfico organizó rutas y alianzas que convirtieron a esta ciudad en una plaza estratégica para el trasiego de drogas hacia Estados Unidos.
El 27 de enero de 1989, Ontiveros fue detenido por elementos de la entonces Policía Judicial Federal y encarcelado en el penal federal de Puente Grande, Jalisco, donde permaneció 15 años.
Su detención marcó el inicio de una etapa de reconfiguración del cártel, que posteriormente quedaría en manos de Carrillo Fuentes.
A pesar de su larga estadía en prisión, El Greñas logró sobrevivir al auge y caída de varios líderes criminales sin ser ejecutado ni reaprehendido, una rareza entre capos de su generación.
Una última entrevista y un pleito legal con el Estado
En 2017, ofreció su última entrevista a El Diario de Juárez, en la que sorprendió al mostrarse desafiante, lúcido y con reclamos abiertos hacia las autoridades estatales.
En esa conversación reveló que mantenía una demanda contra el Gobierno del Estado de Chihuahua por la expropiación de terrenos ubicados en el suroriente de la ciudad, donde actualmente se levanta el Hospital de la Mujer.
“Yo tengo los papeles, tengo escrituras y lo voy a ganar”, declaró entonces con firmeza, señalando que se trataba de una injusticia cometida en su contra cuando él ya no representaba una amenaza para nadie.
La demanda, sin embargo, no tuvo un desenlace público conocido.
Durante años, El Greñas fue visto en la zona poniente de Juárez como un personaje que, si bien ligado al crimen, tenía arraigo entre ciertos sectores de la población.
Algunos lo consideraban un sobreviviente de otra época; otros, una figura incómoda que nunca pagó del todo por los daños colaterales del negocio al que se dedicó.
Fuentes policiales lo reconocían como alguien que “sabía moverse en las sombras”, pero que en sus últimos años vivía apartado de la actividad criminal directa, aunque con una red de contactos que seguía activa.
Un símbolo de la vieja guardia del narco
El fallecimiento de Gilberto Ontiveros Lucero no solo representa la muerte de un individuo, sino el cierre simbólico de una etapa del narcotráfico juarense, aquella donde el poder se tejía con pactos cara a cara, sin celulares ni redes sociales, cuando las alianzas se sellaban con la palabra o la sangre.
Con su muerte, desaparece uno de los últimos sobrevivientes de la llamada vieja guardia del narco, esa que dominó Ciudad Juárez mucho antes de que la violencia alcanzara los niveles de devastación que marcaron los años posteriores a la guerra contra el crimen organizado.