Ciudad de México.- Claudia Sheinbaum asumió el cargo el martes para convertirse en la primera mujer y la primera persona judía en liderar a México en dos siglos de historia independiente del país.
Sheinbaum, otrora jefa de gobierno de Ciudad de México y científica ambiental, ganó con una aplastante victoria en las elecciones generales de junio y será sucesora de su mentor, Andrés Manuel López Obrador, como presidenta del mayor país de habla hispana y el principal socio comercial de Estados Unidos.
Sheinbaum, de izquierda, hizo campaña con la promesa de continuar el legado de su antecesor y su victoria fue considerada por muchos como un claro voto de confianza a López Obrador y a Morena, el partido que fundó.
En México, un país inmerso en el machismo y en donde siete de cada 10 mujeres han experimentado algún tipo de violencia, la toma de posesión de Sheinbaum es un hito y muchos lo consideran símbolo del empoderamiento de las mujeres.
Pero también asume el mando de un país con el mayor déficit presupuestal en décadas, una crisis de seguridad que se agudiza y un partido gobernante cada vez más poderoso que ha tomado medidas para rehacer profundamente el sistema judicial y otros aspectos de la vida pública a través de una serie de enmiendas constitucionales propuestas por López Obrador.
Tomada de Excelsior