Cada 28 de diciembre, la frontera revive una conmemoración de raíces bíblicas que, con el paso del tiempo, se ha entrelazado con bromas, engaños y prácticas sociales que contrastan con su sentido original.
Ciudad Juárez.- La celebración del Día de los Santos Inocentes Mártires, que la Iglesia católica conmemora cada 28 de diciembre, tiene su origen en uno de los pasajes más crudos del Evangelio; la orden del rey Herodes de asesinar a todos los niños menores de dos años en Belén, tras el nacimiento de Jesús.
Así lo explicó el presbítero Juan Carlos López, vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez, quien detalló que el relato se encuentra en el Evangelio según San Mateo, cuando los Reyes Magos acuden ante Herodes para preguntar por el recién nacido “rey de Israel”.
“Al sentirse amenazado, Herodes ordenó matar a todos los niños de cero a dos años.
A estos niños la Iglesia los venera como mártires, los primeros mártires del cristianismo, porque fueron arrancados a la vida después de la venida de Cristo”, señaló el sacerdote.
Origen histórico y sentido religioso
De acuerdo con la tradición católica, esta conmemoración fue incorporada formalmente al calendario litúrgico durante el pontificado del Papa Pío V en el siglo XVI.
Desde entonces, la Iglesia recuerda a estos niños como las llamadas “Flores de los Mártires”, al considerarlos testigos involuntarios de la fe cristiana.
En Ciudad Juárez, la Diócesis mantiene viva esta celebración a través de la misa diaria, en la que se eleva una oración especial por todas las personas inocentes que sufren abusos de poder en el mundo contemporáneo.
“Es un día en el que se reza por las víctimas del aborto, por los encarcelados injustamente, por quienes sufren explotación laboral, pobreza y violencia; por los niños que hoy padecen las guerras, como ocurre en Ucrania o en Medio Oriente”, explicó López.
Tradiciones en Ciudad Juárez
Aunque el sentido litúrgico es solemne, en la práctica social el Día de los Santos Inocentes ha adquirido un matiz distinto.
En Ciudad Juárez, como en gran parte de México, la fecha se asocia con bromas, engaños y noticias falsas, una costumbre popular que se ha transmitido de generación en generación.
Expresiones como “Inocente palomita que te dejaste engañar” forman parte del imaginario colectivo, y ese día se permiten pequeñas mentiras “inofensivas”, préstamos que no se devuelven o bromas públicas, incluso en medios de comunicación y redes sociales.
Sin embargo, el vocero de la Diócesis advirtió que esta práctica social ha ido diluyendo el significado original de la fecha.
“A veces se olvida el sentido real de la celebración. La sociedad se aprovecha del día para bromas o engaños, algunas chuscas, pero se pierde la reflexión profunda sobre el sufrimiento de los inocentes”, puntualizó.
Engaños y su impacto social
En años recientes, autoridades y especialistas han advertido que las bromas del 28 de diciembre han evolucionado hacia prácticas más delicadas, como fraudes digitales, noticias falsas o estafas, aprovechando el ambiente de permisividad social.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante los periodos vacacionales de fin de año se registra un incremento en reportes de fraude y engaño, particularmente a través de redes sociales y plataformas digitales, un fenómeno que también impacta a Ciudad Juárez.
Por su parte, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua ha exhortado en años anteriores a la población a no normalizar los engaños que puedan derivar en delitos, recordando que ninguna tradición justifica afectar el patrimonio o la integridad de otras personas.
Datos estadísticos y contexto local
Según el INEGI, más del 77% de la población de Ciudad Juárez se identifica como católica, lo que convierte a celebraciones como la de los Santos Inocentes en una referencia cultural y religiosa significativa para la comunidad fronteriza.
Además, organismos internacionales como UNICEF han señalado que millones de niñas y niños en el mundo continúan siendo víctimas de violencia, desplazamiento forzado, pobreza extrema y conflictos armados, lo que da vigencia al mensaje central de esta conmemoración.
En México, datos oficiales indican que más del 40% de la población infantil vive en condiciones de pobreza, una realidad que, desde la visión de la Iglesia, conecta directamente con el espíritu del Día de los Santos Inocentes.
Un llamado a recuperar el sentido original
Finalmente, el presbítero Juan Carlos López insistió en que la fecha debe ser una oportunidad para la reflexión social y espiritual, más allá de las bromas.
“El sentido original de la liturgia es rezar por todos los inocentes que sufren, especialmente a manos de los poderosos o de quienes tienen dominio sobre ellos. Es un día para mirar el dolor humano y no trivializarlo”.
Así, cada 28 de diciembre, Ciudad Juárez se encuentra entre dos mundos; la tradición popular del engaño y el profundo llamado ético y religioso a defender la vida, la dignidad y la justicia para los más vulnerables.
